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26 de septiembre de 2010

11 días.

Sopor sopor que intenta detener al puro corazón.
Lo invita a calmarse, lo invita a meditar, lo invita a alejarse del estruendo que se juega en la calle, en el patio, en la capital.
Sigue tensándose como la cuerda de la ropa después de tanto lavar y lavar.
Sigue tensándose en la lucha por descontracturarse.
Insiste, insiste y en la recta final lo logra, llega a un estado de ebriedad: es feliz, es ella, es goce, es risas, es camaradería, es completitud, es fidelidad.
Equilibrio armónico con mucho sonido, es un improvisado festejo de alegría.
Se presiente el cambio. Se presiente la conducta mejorada, mejor dada.

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