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25 de mayo de 2010

Carta abierta

A ustedes herméticos, autoritarios y censuradores. A los que nunca se les cayó una lágrima por el otro. A los que no encontraron el valor y la belleza en un ser torturado, en un ser con una cruz tan enorme y absurda, en un desposeído histórico del sacrificio.
¿Por qué tu corazón es tan sordo y ciego? ¿Por qué no tomar la luz que se te está dando y encender tu propia llama?
¿Por qué ser tan hijo de puta?
¿Por qué dejar sin socorro a éstos seres luminosos, sin ningún calor, sin ningún abrazo?

14 de mayo de 2010

Embrollo subcutáneo

Todos se ríen de mi risa, a pesar de su encanto.
Un pesar que transpira gota a gota la levedad del ser.
Un ser que lucha por arraigarse de cualquier forma a este mundo y no salir volando:
hiede a existencia, surca las vertientes del desamor.
Un ser extremo: lo que más significa es lo que no está seleccionado por el plano.
Todo o nada.
Basta: contrarresta con una paleta de grises, pero sigue habiendo mucha sombra y mucha luz. Sigue la figura luchando por diferenciarse del fondo, figura que lucha por no ser fondo, elige ser.
Elige ser tuya, arraigarse y no salir volando, así decía la Abuela.

más gritos más, más abrazos más, más trompadas más, más risas más, más lágrimas más, más enojos más, más tensiones más, más placer más, más dar más, más recibir más, A más, más a más, más drama más, más patadas más, más reclamos más, más caprichos más, más basta más, más basta más, más no me basta más, más te quiero más, más identidad más, más ser más, más apertura más, más existir más, más más más autenticidad más.

Siente adentro qué tan buena eres, querida. Siente qué tan real para ser verdad. La única verdad es esa muy absurda. La única verdad es la que es dinámica como la tuya, la que te agota y te hace sentir sucia, vacía y loca, la muy puta!


11 de mayo de 2010

Relato Corto II (cambio focal)

Algo grita, mi cuerpo desconsolado pide una evolución, pide creatividad, este estado me plantea una incomodidad. Me estructura la duda y creo que también lo hace el deseo. Aquél hombre, sí, aquél de traje y corbata, aquél que se veía liviano llevando el robusto maletín, aquél que se rumorea su diezmo vale más que el de todo el pueblo y no por casarse con Dios, sino con el diablo. Me inquieta: lo veo desplegar su dinero y no dejo de pensar en lo su sucio que se ve, en lo sensual que es él.

Si me hubiera observado a mi misma en ese momento, podría haber reaccionado y no quedarme solamente parada, tensa, asqueada de mi propio cuerpo, inmiscuida en la atmósfera de vergüenza que me rodeaba pidiendo que caiga de rodillas ante la luz. La única suerte que corrí esa noche fue que a los pocos minutos él apagó el velador. Mis inseguridades se vieron tocadas por sus manos, su cara, incluso sus pies y, por último, el efectivo.

Con ese capital emprendí viaje a Buenos Aires en la primavera del 91. Sintiéndome todavía un poco nauseabunda luego de casi cuatro meses de embarazo cargué mi vientre hasta su puerta. Estaba preparada para seguir adelante con mi instinto. Reconozco que no lo podría haber hecho sin mi psiquiatra, quien con su paciencia y sus consejos logró que yo haya llegado hasta donde llegué ayer y donde estoy hoy. Me enseñó a dejarme llevar por mi instinto y a leer mejor esa noche sobre todo, en la que creí ver algo en sus ojos a pesar de mi desagrado, creí ver a mi padre, creí verme rechazada por El señor y todos sus súbditos.

Me recibió su madre, quien luego de llamar a su hijo propinó un par de guiños en escandalosa complicidad con su Víctor. Junto a su puerta no estuve más de dos minutos, él, muy amablemente, nos hizo pasar, recostar sobre mi espalda y tomar un vaso de jugo de naranja. Se notaba un esfuerzo por reforzar una nueva actitud, por mostrarse distinto, por dirigirme un aprecio con aires de sincericidio. Sentí cuánto deseo de protegerme tenía, y sin sombras pasadas me quedé un rato más, con el niño y los reproches de la bombita sin cambiar y el baño sin reparar.

10 de mayo de 2010

अन्गुइश, distress

Hoy tengo angustia, de la rica, de la creativa, de la divina, de esa que en carne te punza exitantemente, hoy te tengo con tu valor, hoy sólo pienso en el mañana y me angustia perderte angustia, me angustia ser sin vos porque sino no sé ser, sin vos no aprendo nada, sin vos no sé hoy y te quiero también mañana.

9 de mayo de 2010

¿Qué tan masculina sos? ¿Te parece bien?

Lleva la itaca en la cartera. Es hermosa, pero es bien bardera.

Creo Pared (o "parett" para las chiquis)

- No creo. Voy y vuelvo. Vuelvo y ahora no te creo. Pero.. sí creo en vos.
- Escéptica, ahí estabas, hace mucho que no te veíamos.
- No quiero escucharte hoy, pero sí quiero decirte una cosa, una gran cosa.
- Qué?
- Polla fuxia.
- Ah, esa es una gran cosa sí.
- Ahora sí, hablando después de mi primer síntoma: el chiste.
- Decime, te escucho.
- Estoy mirando la pared, si? Miro la pared y dudo. Dudo, dudo, dudo, dudo. Es tan fuerte como parece? es tan recta? es tan perfecta? es tan grande? es tan dura? En fin, es tan indiferente como pensamos?
- No sé por qué te da tanto miedo una simple pared.
- Cómo decretás qué es simple y qué no? Todo es relativo. Tal vez si das el eje vuelta eso que tú crees que es tan complicado sea simple comparado con la complejidad de la pared. Es muy probable que nos engañemos en pensar que las paredes son más simples que las personas. Cómo puede una pared demostrarte empatía? Y al fin y al cabo no somos seres entre paredes. Las paredes nos dominan, chiqui, 24 horas, 7 días a la semana, se erigen, se imponen ante nosotros y debemos interpretar el significado de ese límite, y no es simple. Nos compromete, chiqui!
- ahhhhhhhhh, pero tú estás dando mil vueltas y entendiéndote de mil roscas!
- Te quiero, sabés? Espero que no te des contra ninguna pared, porque no sabrías con lo que te estás dándo.

¿Cómo una persona como yo puede ser feliz?


Estoy enojada, igual que siempre, muy enojada porque las cosas no son como yo quiero. Ella no se está curando, yo no me estoy curando, la cura es otra ficción confusa y la enfermedad El misterio.
Mi estado de ánimo, admitamoslo, no es estable, nunca, inclusive hoy, pero sí estoy viva, y sigo enojada, enojada de vivir en constante movimiento, de no tener serenidad, de no tener.
Soy TAN vulnerable, una baldosa mentirosa, un par de miserables y otro par de amargos, me desayuno todo y todo me sigue cayendo mal al estómago. ¿Cómo una persona como yo puede ser feliz?: ¿Siendo otra persona? Despersonalizándome por vía de múltiples maneras espiritualmente contradictorias, no creo, puede ser un último recurso, pero no está bien calificado.
¿De verdad ser feliz es levantarse todos los días y luchar por recorrer un camino, por llenar todos los espacios vacíos, por llevar luz a todos los rincones y así reflejar luz en ti mismo? ¿De verdad hay una verdad? Sí, todos tenemos una verdad. Y la verdad de hoy día es que padezco de una obsesión compulsiva por cambiar mi vida, en pro y contra de mi misma, me enojo, me enojo y me enojo, enojo motor, enojo que te estanca, enojo que hiere, enojo que ama, enojo que te presta atención, enojo que te encuentra. Enojo que me encuentras cara a cara, con un fondo y una figura.