Páginas

9 de mayo de 2010

Creo Pared (o "parett" para las chiquis)

- No creo. Voy y vuelvo. Vuelvo y ahora no te creo. Pero.. sí creo en vos.
- Escéptica, ahí estabas, hace mucho que no te veíamos.
- No quiero escucharte hoy, pero sí quiero decirte una cosa, una gran cosa.
- Qué?
- Polla fuxia.
- Ah, esa es una gran cosa sí.
- Ahora sí, hablando después de mi primer síntoma: el chiste.
- Decime, te escucho.
- Estoy mirando la pared, si? Miro la pared y dudo. Dudo, dudo, dudo, dudo. Es tan fuerte como parece? es tan recta? es tan perfecta? es tan grande? es tan dura? En fin, es tan indiferente como pensamos?
- No sé por qué te da tanto miedo una simple pared.
- Cómo decretás qué es simple y qué no? Todo es relativo. Tal vez si das el eje vuelta eso que tú crees que es tan complicado sea simple comparado con la complejidad de la pared. Es muy probable que nos engañemos en pensar que las paredes son más simples que las personas. Cómo puede una pared demostrarte empatía? Y al fin y al cabo no somos seres entre paredes. Las paredes nos dominan, chiqui, 24 horas, 7 días a la semana, se erigen, se imponen ante nosotros y debemos interpretar el significado de ese límite, y no es simple. Nos compromete, chiqui!
- ahhhhhhhhh, pero tú estás dando mil vueltas y entendiéndote de mil roscas!
- Te quiero, sabés? Espero que no te des contra ninguna pared, porque no sabrías con lo que te estás dándo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario