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9 de junio de 2010

Deliciosa lujuria oriental


Dale, en ésta oportunidad dejame dormir, que estas sábanas de seda todavía me quedan. A lujo oriental, a recibir y a dar. No corre peligro el placer, dejamos de Repetir, nos hemos encerrado entre maravillas brillosas, especias artísticas y tu piel un elixir.
Esta vez no voy a ser lo que vos quieras porque puedo detener mi cuerpo de caer con la mente, levito si quiero. Si levito, en paz, nada me amenaza, soy una manzana jugosa, roja en el medio y con gusto a carne sin coser, mmmmm, reflejos acaramelados, tiritas de un souffle de verduras y una campana de arroz integral también endulzado.
Mezclo la cena con el postre y no me importa. Mi ser tiene lugar en este juego. Juego de lujuria oriental, teatral y emocionalmente acéfalo.

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