Fabiola

Juntas podemos recrear los próximos capítulos.
ELEGIR es nuestro mantra mientras somos de arena para los testigos.
Frente al Boulevard de las excusas te espero, mi amor, para que mames de lo que escribo.
Siento fiereza en tus ojos pero también los veo abarrotados por el enemigo.
Mole para la comida. Agua de rosas para tragar la envidia.
Supe que te iba a encontrar prendida. Me hostigaba el recuerdo de haberte visto sorprendida.
No puedo tener suficiente de ti pero tampoco cumplo con los requisitos para hacerte feliz.
Creo que quiero derretir tus esperanzas. Creo que quiero convertir tu vida en realidad con mi magia.
Creo que te vi dormida, sufriendo en medio de una pesadilla. Creo que te desperté y te di un beso. Te dije: "deja de esconderte bajo la mesa, ya nuestro corazón no está preso"
Invítame a vivir tu fantasía. Invítame a vivir de tu comida. Invítame a tus colores y a tu limpieza así como tu alegría. Quieres mis órdenes, pues las tendrás. Quieres mi alivio, pues de él beberás. Quieres formas, pues prepárate para ver cómo se te deforman. Quieres tiempo, pues prepárate para correrlo cuando se te escape.
Deja de envenenar nuestro cielo. Sólo quiero de tí lo que es vida. Quiero de ti todo lo que me inspira. Serán flores cada día, serán castillos en Toledo, será el capitalismo y el comunismo entremezclados en una península. Pues no serán nada sin tí.
El mundo no es si tú no eres. El mundo no brilla si tú no lo pules. No sale el sol cuando no te bañas en la tina. No vibra mi corazón si no lo agitas.