Se nutre la misma línea argumentativa gastada.
Se surte de un clima de violencia,
no se encuentran las fuentes.
Sobre el seno no hay respeto,
el timbre deprimido y el falo es la ley primera.
Se devoran, hambrientos sobre el vacío,
se arrojan y no se sirven.
Muy rica la comida, gracias.
¿No será nada?
El flagelo de la enumeración, todavía.
Repiquetea, ensordece. Me tapo los oídos, no. Medito.
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